Visitar Hiroshima
Visitar Hiroshima es una actividad obligada en tu viaje por Japón. Sorprender a nuestros clientes es una de nuestras pasiones. Nos encanta, de repente, modificar la ruta acordada durante media hora para contemplar un jardín iluminado que sólo está esos días en concreto o retroceder varias calles para ver cómo salen los niños japoneses del colegio; todos con sus gorros y mochilas iguales. Dependiendo del plan y del día, vamos cambiando y precisamente este lunes – coincidiendo con el 71 aniversario de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial – vivimos con un grupo de españoles un momento importante para los japoneses. Nosotros ya lo sabíamos pero esperamos hasta el medio día para informarles. Justo a las doce de la mañana, el país guardó un minuto de silencio en homenaje a los 2,3 millones de militares nipones fallecidos durante la Guerra sin olvidar a los más de 800.000 personas que murieron víctimas de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Casualidades de la vida, un amante de la historia formaba parte del grupo así que aprovechamos la comida – que les encantó, por cierto – para hablar del papel de Japón en la Segunda Guerra Mundial y avanzarles lo que en los próximos días se van a encontrar al visitar Hiroshima.
Desde See Japón Tours creemos que un día en Hiroshima es suficiente, no hace falta hacer noche allí: puedes llegar por la mañana y dejar la ciudad a media tarde aunque ya te adelantamos que te irás con el corazón encogido. En Hiroshima te espera el Parque Conmemorativo de la Paz, con 122.000 metros cuadrados, justo en la zona que arrasó la bomba atómica aquel 6 de agosto de 1945.
Allí puedes encontrar la Cúpula Genbaku, el único edificio que resistió el ataque atómico en Hiroshima, la Llama de la Paz, que sólo se apagará cuando desaparezcan las armas nucleares en el mundo y, entre otros, el Monumento a la Paz de los Niños, repleto de grullas de papel con una historia detrás que no te puedes perder.
Todos los detalles de esa historia, y muchos más, los encontrarás en el Museo Memorial de la Paz, una visita que no te debes perder. Hay museos que se pueden pasar por alto, sobre los que se puede priorizar, pero no te recomendamos abandonar Hiroshima sin ver ni escuchar lo que hay allí dentro.